Pierre Bourdieu (1930 - 2002)
Sociólogo, francés, catedrático en el College de France, Director académico de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales, director de dos prestigiosas revistas de la especialidad e influyente critico social, autor de numerosas obras, muchas traducidas a otros idiomas. Considerado el mayor intelectual de Francia a fines del siglo XX.
La
obra de Bourdieu ofrece un certero diagnóstico sobre la amenaza
que representan las informaciones distorsionadas que emite a
diario la televisión. Sus conclusiones están dirigidas a
despertar en especial el entusiasmo de periodistas insatisfechos
en pro de una cruzada reformista del medio, pero resultan de
imprescindible lectura y reflexión para el desprevenido
televidente que todavía se resiste a creer en los efectos que las
presiones económicas y políticas producen sobre la programación
que consume diariamente.
No
sorprenden las indignadas reacciones que ha despertado (en otros
países) el crítico enfoque de Bourdieu sobre la televisión por
parte de los productores, empresarios y periodistas televisivos al
desnudar las practicas demagógicas, frívolas y fraudulentas que
despliegan a diario para ganar audiencia y dinero, ya que el
periodismo es en definitiva un negocio, como ocasionalmente suele
recordarse. Las
razones que visualiza Bourdieu como transfondo de esta reacción no
son menos graves al percibir que la incomprensión de fondo sobre el
funcionamiento del medio del cual ellos tambien son víctimas se basa
en su aparente incapacidad para analizar el problema en profundidad.
No en vano caracteriza Bourdieu a un número significativo de
periodistas como personas insatisfechas, indignadas o cínicamente
resignadas. Probablemente también sea cierto que lo que
verdaderamente los indigna sea en este caso sea verse incómodamente
retratados.
Prácticas televisivas perniciosas Las
sagaces observaciones de Bourdieu parecen en todos los casos dar en
'la cabeza del clavo', a saber:
El
principio de selección de la información a favor de lo escandaloso
o sensacionalista.
El
protagonismo indebido de los periodistas en cuestiones políticas a
favor de su capacidad monopólica de administrar la frecuencia y
oportunidad de las apariciones publicas de los verdaderos
protagonistas, los políticos.
La
coerción de la primicia informativa por razones de competitividad
en desmedro de cualquier análisis que la ponga en contexto, que no
es otra cosa que lo que atinadamente Boudieu identifica como exponer
un suceso en su adecuado sistema de relaciones.
El
principio de consenso informativo respetando la uniformidad de la
opinión promedio, que en buena medida ellos forman a través de la
manipulación informativa, buscando entretener y no dividir o
polemizar, teniendo en cuenta que cuando más amplia es la audiencia
que se quiere alcanzar más hay que esforzarse en limar sus
asperezas, banalizando y despolitizando sus contenidos.
La
coerción del tiempo que favorece la simplificación demagógica de
sucesos, opiniones y problemas.
La
parcialización de la realidad al desviar su atención de todo
aquello que nos les interesa o resulta prometedor en terminos de
éxito de audiencia con lo cual censuran de algún modo partes
importantes de la realidad que casi nunca llegan al público.
La
información circular que alienta a los productores televisivos a
mantener bajo constante vigilancia a la competencia viéndose
obligados a hacer cosas que probablemente no harían si los demás
productores no existieran.
La puesta en foco de los peligros
inherentes a la información televisiva lleva a reflexionar acerca
del hecho que durante las últimas décadas la televisión ha
adquirido entre sus características la de desalentar el ejercicio
de pensar, privilegiando el impacto de la imagen sobre el contenido
y el de la emoción sobre la razón, a favor del vértigo y la
impunidad de que goza por razones técnicas ya que en ese mundo
virtual y efímero, los hechos, dichos y juicios son
dificultosamente revisables. Bourdieu desmenuza especialmente
dos de los mecanismos habituales de información televisiva con
particular acierto como son los debates televisivos y los
telediarios.
Debates televisivos
Con
relación a los debates, Bourdieu identifica las más habituales
prácticas fraudulentas que encubren, a:
Los
debates falsos, orquestados a partir de la lógica de la
autopromoción permanente, parodias más o menos orquestadas de
participantes habituales que aún sosteniendo posiciones opuestas lo
hacen en forma concertada dentro de los límites de la conveniencia
del medio y de sus propios intereses con relación a éste.
Los
debates aparentemente verdaderos pero sujetos a la manipulación de
los invitados, seleccionados entre aquellos que ofrezan a priori
algun tipo de garantías de poder ser manipulados por parte del
conductor o moderador, donde sutilmente la administracion de los
tiempos, la secuencia de las intervenciones y los límites impuestos
a la extensión y profundidad del debate desvirtuan ante cualquier
observador perspicaz la legitimidad de las conclusiones a las cuales
arriba el moderador.
Telediarios En
cuanto a los telediarios la cita textual de un logrado fragmento de
su libro basta para poner en foco lo esencial del problema:
"La visión carente de sentido histórico e incapaz de
infundirlo, atomizada y atomizadora, alcanza su realización
paradigmática en la visión que ofrecen los telediarios, sucesión
de historias en apariencia absurdas que acaban pareciéndose entre
sí, desfile ininterrumpido de pueblos menesterosos, retahila de
acontecimientos que, surgidos sin explicación, desaparecerán sin
que sepamos su solución - ayer Biafra, hoy el Zaire, mañana el
Congo - y que despojados de este modo de toda necesidad política,
solo pueden en el mejor de los casos, suscitar un vago interés
humanitario." "De
este modo es, efectivamente, la lógica del campo periodístico,
sobre todo a través de la forma particular que toma en el la
competencia y de las rutinas y de los hábitos de pensamiento que
impone sin discusión, la que produce una representación del mundo
preñada de una filosofía de la historia en tanto que sucesión
absurda de desastres respecto de los cuales no se entiende nada y
sobre los cuales nada cabe hacer."
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