martes, 14 de abril de 2009
La República Española hoy. Pascual Serrano
La República Española hoy. Pascual Serrano
Nunca medraron los bueyes
en los páramos de España
Miguel Hernández (del poema Vientos del pueblo me llevan)
Haber sido precedido como presentador de estas jornadas por amigos tan brillantes y eruditos como Gonzalo Puente Ojea o Andrés Sorel me abruma. Me temo que yo no puedo estar a su altura en conocimiento de la II República, así que veré como resuelvo mi problema. En cualquier caso, muchas gracias por vuestra invitación, por pensar que yo puedo aportar algo a esta interesante iniciativa que es la Semana Republicana y por estar cada año aquí celebrando y conmemorando esos brillantes años de la historia de España y reivindicándolos además.
Sobra decir que venir a Asturias a hablar de la II República Española es compartir con uno de los pueblos que más demostró sus principios en trabajar por una República digna al servicio de la democracia, la Ilustración, el laicismo y la justicia social. Es evidente que esa lucha sigue viva hoy en Asturias. Por eso poder incorporarse a esa tarea, aunque sólo sea hoy con unas modestas palabras es una alegría y un orgullo.
1.- Qué quiere decir República
Tradicionalmente se ha definido la república como la forma de estado de los países en los que el pueblo tiene la soberanía o facultad para el ejercicio del poder, aunque este último sea delegado por el pueblo soberano en gobernantes que elige de un modo u otro.
Lo cierto es que una república esta basada en "imperio de la ley" y en el que tanto los gobernantes como los gobernados se someten por igual a un conjunto de principios fundamentales normalmente establecidos en una constitución.
De ahí que el término república va asociado inevitablemente a democracia, no hay democracia sin república ni república sin democracia.
Santiago Alba lo ve así de obvio [1] :
(… ) La República es sólo una Forma y en la última nuestra, tan corta y asediada, cupieron cuartelazos azules y rojos y gobiernos de todos los colores. Pero si se trata de política no cabe elegir entre una Forma y un Rey de la misma manera que, si se trata de respirar, no cabe elegir entre tener pulmones o tener un sombrero; o entre el oxígeno y las camisas de seda.
(…) En la antigua república romana la majestas (término del que se deriva el castellano "majestad") indicaba la instancia suprema de la soberanía del pueblo y es tan triste como elocuente la evolución histórica del concepto. Seamos tolerantes: en el ámbito cultural, podemos seguir hablando de "reyes del deporte", "reinas de la belleza" y "príncipes de la elegancia"; pero en política, la democracia no admite ningún otro rey ni ninguna otra majestad que la voluntad de los ciudadanos. Esa modesta tontería es la República. Y luego ya veremos.
2.- Por qué el régimen actual no es democracia
Pero vayamos ahora a ver lo que tenemos en España. Hay muchas razones para poder afirmar que el régimen español no se ajusta a cánones democráticos: sistema electoral desequilibrado e injusto, acceso restringido de los ciudadanos y organizaciones sociales a los medios de comunicación, ausencia de sistemas participativos fuera de las convocatorias electorales, financiación de los partidos políticos con préstamos bancarios que luego sólo pagan algunos… Pero, además, está el hecho que no todos los españoles son iguales ante la ley. Es un tema recurrente recordar que el rey en España no está sujeto a responsabilidad legal, pero yo pienso, como Alfonso Sastre, que algunas afirmaciones no es malo repetirlas, así cada vez lo pueden escuchar personas que no tuvieron ocasión de hacerlo antes. Algo similar, dice Sastre, a las obras de teatro que se repiten muchas veces para que puedan verlas personas que antes no pudieron. Al régimen español le llaman monarquía parlamentaria o monarquía constitucional, intentando emular el imperio de la ley de una república, pero eso sería como decir, por ejemplo, “ejército humanitario”. Es lo que en retórica se llama oxímoron, dentro de las figuras literarias, es una de las figuras lógicas que consiste en armonizar dos conceptos opuestos en una sola expresión: un instante eterno, un ejército humanitario, una invasión humanitaria o una monarquía constitucional o democrática.
En una novela de Eduardo Mendoza, “Sin noticias de Gurb” [2] , se relata la historia de un extraterrestre que llega a Barcelona y nos presenta esa sociedad a través de sus ojos ajenos a nuestra vida cotidiana. Es un tema parecido al que aborda un librito titulado “Los Papalagi” [3] que recoge comentarios del jefe samoano Tuiavii de Tiavea en su contacto con la sociedad occidental. Si el extraterrestre Gurb o el jefe samoano vinieran a España descubrirían un sistema que se dice democrático pero en el que hay una familia, que sólo por razones hereditarias tiene asignado un presupuesto de 13 millones de euros anuales, poseen para su uso y disfrute palacios, coches y yates que no son suyos sino propiedad de todos los españoles, pero que sólo los pueden utilizar ellos y lo que hacen los españoles es asumir el coste del mantenimiento y reparaciones. Gurb y el jefe samoano se quedarán impresionados de que en este país tan democrático sea delito, por ejemplo, dibujarle unos cuernos a un sello de correos que tenga la esfinge del rey. Se asombraran de que esa familia real proclame discursos pero que se los tengan que escribir y todo el mundo diga que es un discurso del rey o del príncipe. Se quedarán espeluznados cuando se enteren que en esta democracia, una persona, el rey, no está sujeto a las leyes, es decir, puede matar su hijo, violar a la asistenta o robar a una anciana en la calle porque los jueces no podrán actuar contra él. Y cuando él muera, eso mismo lo podrá seguir haciendo su hijo. Cuando, un familiar del rey se casa, todos los medios de comunicación suspenden su emisión y difunden los fastos de la boda, a ella ese país democrático invita y agasaja, con el dinero de los ciudadanos, a sangrientos dictadores, monarcas y emires feudales que vienen con toda su cohorte de criados y joyas dejando atrás sus países repletos de hambrientos y encarcelados por pedir democracia.
Gurb y el jefe samoano verán cómo en los periódicos y revistas se explica con lujo de detalle y total normalidad el palacio que tendrá el heredero del rey, de quien no se conoce trabajo alguno, mientras cientos de miles de jóvenes no pueden tener vivienda en el país.
Las revistas también detallan con alegría y gran despliegue fotográfico a esa familia mientras esquía, practica la vela en un yate que le han regalado, montan a caballo u organizan ágapes familiares mientras el resto de los ciudadanos se levantan a las siete de la mañana para ir a trabajar. Lo asombroso es que parece que nadie se queja en el país ni se plantea que quizás el hecho de que exista una persona que por razones hereditarias pueda matar a su suegra sin que los jueces le digan nada, vivir en un palacio, tener un yate, estar de vacaciones en los lugares que desee con todos los gastos pagados y todo ello con el dinero de personas que trabajan cuarenta horas a la semana, es una cosa que forma parte de la democracia de España. Nuestros amigos, Gurb y el samoano, descubrirán entonces que el pedigrí no es exclusivo de los caballos y los perros, también es de las casas reales.
Nuestros amigos aun se sorprenderán todavía más cuando les digan que hubo un tiempo en el que eso no era así. Un periodo en la historia de ese país, denominado II República, en que existía una constitución con un artículo 25 que decía “No podrán ser fundamentos de privilegio jurídico: la naturaleza, la filiación, el sexo, la clase social, la riqueza, las ideas políticas ni las creencias religiosas. El Estado no reconoce distinciones y títulos nobiliarios.”. Hoy, más de 75 años después eso no se cumple en España, ni tienen por qué cumplirse, que es peor, según la Constitución de 1978. Por lo que el jefe samoano verá que su país, donde no existe la electricidad ni los teléfonos móviles, está mucho más avanzado en formas democráticas de convivencia. Y Gurb se quedará preocupado al comprobar cómo en este planeta los regímenes van involucionando según pasan los años y son cada vez menos democráticos y justos.
Santiago Alba explica así como ve el régimen actual español [4] :
Soy un gran defensor de los reyes; no quiero hacerlos desaparecer sino conservarlos encerrados en los cuentos. También soy un gran defensor de los dioses; no quiero matarlos sino mantenerlos confinados en los mitos. La obra de Shakespeare, es verdad, no podría titularse El presidente Lear; no creeríamos en los poderes de Excalibur si la espada hubiese sido arrancada de la piedra por el brazo del Presidente Arturo y ningún niño esperaría jamás ningún regalo de los Presidentes Magos (del mismo modo que sin Dios la Biblia resultaría más bien sosa). Pero los cuentos tienen que defenderse de la realidad para preservar su potencia educativa como las constituciones tienen que protegerse de los reyes para que no se conviertan en ficción. Confundir un cuento y una constitución es tan insensato y peligroso como confundir las palabras y las cosas y querer luego saciar el hambre de los que piden pan repartiendo listas de quesos o recetas de cocina. Los reyes, que hacen verosímiles las leyendas, convierten en pura leyenda la democracia. Durante quinientos años -salvo dos brevísimos parpadeos- España ha sido sólo un cuento; y hoy el cuento de España, y el mito de la Transición, sirve básicamente para mantener en el trono a un usurpador.
En el marco internacional nuestro modelo monárquico nos arrastra a empotrarnos para formar parte de todo un entramado de dictaduras mundiales. En enero de 2005 nuestro gobierno otorgaba el Collar de la Orden de Carlos III al rey Mohamed VI de Marruecos y la Gran Cruz de Isabel la Católica a las princesas de ese país. Mientras hacíamos esto estábamos invadiendo Iraq porque era una dictadura. El jeque de los Emiratos Arabes Unidos Zayed bin Saltan al-Nahayan fue uno de los ilustres invitados a la boda de Felipe de Borbón. En marzo de 2005 se condenaba en su país a una mujer a 150 latigazos por quedarse embarazada sin estar casada. Nuestro gobierno mandó una representación de alto nivel en agosto de 2005 a la coronación del heredero del trono de Arabia Saudí. En cambio no lo mandamos ese mismo mes a la toma de posesión del presidente iraní quien había vencido en unas elecciones democráticas.
La complicidad entre monarcas es absoluta, como las monarquías claro. En el estrecho que separa Marruecos y España, entre otras nacionalidades, se mueren los marroquíes ahogados, por la conjunción de dos factores. Una pobreza en su país que les obliga a intentar venir a aquí y la prohibición y vigilancia de nuestras costas que impide que puedan venir por vías de transporte normales. Pues en enero de 2005 se juntan Juan Carlos de Borbón y Mohamed VI, y dicen “no podemos consentir que los mares que nos unen sean una fosa común”, el colmo del cinismo.
Y es que la existencia de la monarquía no es cuestión ornamental como nos quieren hacer pensar. Por ejemplo el debate parlamentario en abril de 2004 sobre la retirada de las tropas españolas de Iraq se tuvo que retrasar porque primero se debía celebrar la sesión solemne con el rey. Y el presidente Zapatero tuvo que adelantar en agosto de ese año una visita al rey, a su residencia de vacaciones en Mallorca claro, porque cuando tenía previsto el presidente, Juan Carlos de Borbón quería asistir a los Juegos Olímpicos.
El pasado 8 de marzo, los reyes inauguraban un Centro de Alzheimer en Madrid. Los medios destacaban que "el Centro es una iniciativa personal de la reina de España". Plantear solamente esa hipótesis es una barbaridad jurídica y política, eso sería una situación digna de monarquía absolutista, que unos ciudadanos tengan o no un hospital no en función de sus poderes públicos a los que han votado, sino por la decisión personal, arbitraria y caprichosa de una reina, que parece que decide a su antojo el destino del dinero público.
3.- Por qué cae la II República
El siguiente interrogante es por qué cayó la República. Tranquilos porque no vamos a debatir sobre los errores que pudiera tener, las conspiraciones a las que se vio sometida o el papel de la comunidad internacional en la guerra civil española. Quiero hacer una reflexión desde un punto más geopolítico global. En realidad me voy a remitir a la tesis de mis buenos amigos los filósofos Carlos Fernández Liria y Luis Alegre [5] .
La contundente afirmación de nuestros amigos es que los regímenes políticos sólo se han mantenido “democráticamente” mientras no se atreviesen a poner en marcha opciones políticas verdaderamente de izquierdas. “Así, la Democracia ha sido siempre el paréntesis entre dos golpes de Estado”. En todo el siglo XX, no hay ni un solo ejemplo de victoria electoral anticapitalista que no haya sido seguida de un golpe de Estado o de una interrupción violenta del orden democrático, ni un solo ejemplo en el que se haya demostrado” que alguien que quisiese cambiar el modelo capitalista tenía derecho a poner en marcha ese proyecto. Véase Guatemala en 1954, Indonesia en 1965, Brasil en 1964, Chile en 1973, Irán en 1953, Dominicana en 1963, Haití en 1990 y de nuevo en 2004, Nicaragua en 1990, Argelia en 1992, o la red Gladio en Italia y parte de Europa.
A la II República Española le sucedió lo que a todos los proyectos, repito, todos, los que quisieron llevar a cabo una revolución por la vía de las urnas y mantenerse desarmados por esa misma vía democrática. Y ese es el modelo vigente, el de un sistema democrático que lo será mientras usted no quiera cambiar el modelo económico. Un modelo que establece derechos económicos por encima de derechos humanos fundamentales y así tenemos que es prioritario que unas personas posean dos millones y medio de viviendas vacías en España frente a que otras puedan tener donde vivir. Yo creo que el periodista Jiménez Losantos lo expresó muy claro el pasado 27 de marzo en una tertulia de la COPE: “un régimen de libertades no puede depender de unas elecciones o una encuesta, porque sino pasa lo de Venezuela”.
Ese es el mensaje que se asumió servilmente en la transición aceptar la monarquía, junto con otras muchas concesiones, para que se permitiera mantener invariable el modelo social y económico vigente. O dicho de otro modo, a la “democracia” española le permitirán que lo sea mientras no quiera cambiar determinados fundamentos. Lo que hemos de denunciar es que si el pueblo no puede cambiar esos fundamentos es que no existe la democracia.
4.- El absolutismo mediático
La imposición de un régimen monárquico requiere en las sociedades modernas de todo un aparato de ideologización que lamine al disidente, que reverencie a la institución feudal, y que manipule los elementos más emotivos y primitivos del individuo y los ponga al servicio de la causa. En realidad este modelo comunicacional se aplica en muchos aspectos en el panorama informativo español, pero es en lo referente a la monarquía donde logra sus mayores niveles de desfachatez. Tampoco es un caso único el español. Vicente Romano nos detalla en unas líneas gloriosas de su libro “La formación de la mentalidad sumisa” un claro ejemplo de hasta donde pueden llegar los medios en su conformación de la sumisión monárquica. En la televisión se ofrecía una serie sobre las monarquías de Europa para enseñarnos cómo se vive con la tradición [6] .
En uno de ellos aparecía la reina Isabel II de Inglaterra pasando revista a la guardia real, con sus vistosos uniformes. El locutor decía: “La reina Isabel es una de las mujeres más ricas del mundo… Posee una cuadra de caballos de carreras con más de 50 hermosos ejemplares, todos de igual color y tamaño… Cada año se gasta más de 3.000 millones de pesetas en el cuidado y entrenamiento de sus caballos.” Y al referirse a las personas que no poseen caballos de carreras el locutor los llama sin ironía ninguna “mortales corrientes”. Al comentario seguía una corta descripción del Hyde Park, el famoso parque de Londres. En ella se decía: “En el HydePark cada cual puede hacer y decir lo que le venta en gana, siempre que no se ataque a la casa real.” Comentario al final del desfile: “Una imagen impresionante… La reina saluda a cada unidad militar… Es de admirar su gallardía, su férrea disciplina.”
El comentarista admira la “férrea disciplina” de la reina como si fuese ella la que tuviera que aguantar los ejercicios inútiles y absurdos de los soldados. Es la misma admiración que ofuscaba a muchos alemanes y españoles cuando descubrían que Hitler o Franco eran abstemios, que no fumaban ni bebían alcohol.
Al autor del programa no le molesta que la reina sea la mujer más rica del mundo. No le importa en absoluto que cada año se gaste en uno de sus numerosos placeres la misma cantidad de dinero que necesitan 6.000 familias inglesas para vivir durante ese mismo espacio de tiempo. No se le ha ocurrido preguntar por qué la reina se gasta más de 3.000 millones en el cuidado y entrenamiento de los caballos. Lo obvio le resulta impensable. Es feliz con que ella sea rica. Tiene la mentalidad sumisa del esclavo.
Y no solamente es que ese periodista tenga la mentalidad sumisa del esclavo, es que ese hombre tiene como función inculcarnos la mentalidad sumisa del esclavo y ese medio de comunicación tiene como objetivo inculcarnos la mentalidad sumisa del esclavo.
Los reyes son los omnipresentes en los sellos de correos, en las monedas, en los billetes, en los despachos, en las instituciones, en el mensaje de Navidad en televisión, en las revistas del corazón, en las barajas
La reverencia vergonzosa ante las monarquías puede llegar a niveles ridículos:
La foto de la reina de Jordania acapara la portada de El País Semanal del 18 de julio de 2004. El titular, "La estrella de Jordania". Subtítulo, "Estilo, belleza y poder. La reina Rania es una líder entre Oriente y Occidente". Y en el interior: "La reina Rania de Jordania es un referente de belleza en todo el mundo. Es la perfecta embajadora de su país y de un islam progresista". Como Jordania es una dictadura amiga, se les olvida que la reina de la belleza progresista no ha firmado el protocolo de la Convención de la ONU sobre la Mujer. Que el año anterior se condenó muerte a 15 personas y se ejecutaron a siete. Que hay restricciones al derecho a la libertad de expresión y de prensa. Que existe un Tribunal de Seguridad del Estado cuyos procedimientos no cumplen las normas internacionales de justicia procesal. Que son frecuentes las detenciones arbitrarias, las torturas y los malos tratos según Amnistía Internacional y que el Parlamento fue disuelto en 2001. Al parecer, minucias para la prensa comparadas con la belleza de la reina Rania.
Y sigo presentando cómo cuidan nuestros medios a las monarquías. Con motivo de los sesenta años de su llegada al trono, la realeza mundial homenajeó al rey de Tailandia. Los informativos de TVE1 del 12 de junio de 2006 hablaban de “un rey que ha traído paz y esplendor a Tailandia, es el sentir del pueblo”. Se les olvidó algún otro detalle del país, por ejemplo los mil condenados a muerte pendientes de ejecución. Seguro que tienen otro “sentir”.
Todos recordaremos cómo en las semanas previas al referéndum de la Constitución Europea lo que dominaba en la agenda de los medios eran los preparativos de la boda de Felipe de Borbón.
Y así llegamos a situaciones de lo más paradójicas. Como que hace dos meses, con motivo del 8 de marzo, día de la mujer, se celebre en España un encuentro internacional de mujeres que conmemora ese día con la reina Sofía, allí se fotografiaron todas para la prensa con la representante de una monarquía que establece la prioridad del hombre sobre la mujer para reinar. Los reyes son tan cínicos que Carla Royo Villanova, esposa del príncipe Kubrat de Bulgaria, se permitió escribir precisamente un libro titulado “La sencillez del saber estar”. Sus humanidades son de gran exclusiva periodística. Como cuando la revista Hola, en junio de 1999, durante la entrega de los premio Nobel por la princesa Victoria, dice: “No pudo contener la risa cuando su padre, el Rey Carlos Gustavo, tuvo que volverse para estornudar”. El culto mediático puede ser tan ridículo como que el escritor Javier Cercas dedica su página de El País Semanal a la anécdota de cómo se equivocó y coincidió en el baño de mujeres con una infanta. Cuando el rey tuvo un accidente de esquí en Baqueira Beret según dijeron, chocando contra otro esquiador, decenas de personas llamaron a los medios de comunicación autoinculpándose. Y es que los ciudadanos ya saben cómo funciona la prensa en lo que a la monarquía se refiere. El 10 de mayo de 2005 en La Razón con motivo de las reacciones ciudadanas ante el embarazo de Letizia Ortiz aparece este titular: “Mi hija le ha regalado un osito. Seguro que sale en la prensa”. La señora sabía bien lo que es noticia para los medios en España en referencia a la monarquía, que su hija le regale un oso a la princesa embarazada.
El estilo empalagoso de la prensa hacia la monarquía puede alcanzar niveles de vergüenza ajena. En mayo de 2005, una página de publicidad de El País reproduce un anuncio de una emisora de radio que informa del resultado de un sondeo entre los españoles con motivo del año de la boda de Felipe de Borbón. Parece que a la gente le han preguntado sobre su valoración de la evolución del matrimonio. Las tres respuestas posibles eran: 1. "...hacen una buena pareja", 2. "... cada vez se les ve mejor", 3. "... D. Felipe y Dª Letizia están cada vez más compenetrados". A mi me hubiera gustado votar por una cuarta opción que dijera "dan ganas de irse de este país".
Luego está la impunidad con la que colocan a amigos y parientes en empresas públicas y privadas ante el silencio tácito de ciudadanos y medios. El 18 de junio de 2006, el diario El Mundo aseguraba que “La filial de Telefónica en Latinoamérica designará como consejero a Iñaki Urdangarín”. Y qué sabe de telecomunicaciones el jugador de balonmano. Y tenemos también a su hermana Pilar de Borbón o su primo Alfonso de Borbón como consejeros de empresas de seguros. O a su otro yerno, Jaime de Marichalar, consejero de empresas tan dispares como de construcción, seguros, automóviles o moda. Ese hombre sabe todo al parecer desde que se casó con la infanta.
Hasta donde puede llegar esta familia monárquica que el día de la pedida de mano de Felipe de Borbón a Letizia Ortiz dijo que era “un activo para su trabajo”. O sea, como mi impresora o una fotocopiadora para su oficina.
Y es que no es fácil criticar a la monarquía. En el verano de 1992, El Mundo se atrevió a reproducir informaciones aparecidas en la revista Point de Veu (francesa) y Oggi (italiana), sobre los devaneos del Rey con la decoradora mallorquina, Marta Gayá. Corrió el rumor de que había sido culpa de Mario Conde. Y se montó una gresca impresionante. El Rey llamó personalmente a Conde, y Conde dijo que no tenía nada que ver. El Rey también llamó a su amigo Giovanni Agnelli, máximo accionista de Oggi. Y Agnelli llamó a Unidad Editorial, matriz empresarial del diario El Mundo, pidiendo la cabeza de Pedro J.. Se evitó in extremis, en un almuerzo de conciliación entre Conde y el Rey, al que llegó a los postres Pedro J. [7]
La impunidad y burla de la familia real a la sociedad española es tal que hasta presentaron una foto de familia en las navidades del año 2006 que estaba trucada y era un montaje, ni se molestaron en reunirse para la foto.
La tónica general en los medios de comunicación es silenciar todo lo referente a la contestación a la monarquía y el apoyo a la propuesta republicana. Es uno de los temas contemplados en lo que yo he denominado la omertá, el pacto mafioso entre los medios para silenciar algo.
Durante el mes de octubre de 2003 los medios españoles silenciaron un escándalo ridículo de Jaime Marichalar en una cena benéfica en el Watermill Center de Nueva York. Según el "New York Magazine", el yerno del rey "reprochó a unos artistas cubanos que en su discurso no criticaran a Fidel Castro. Uno de ellos, Damián Aquiles, le contestó que 'se metiera en sus asuntos' y añadió que no necesitaba que nadie le dijera cómo es la vida en la isla". Añade la publicación neoyorquina: “Don Jaime tuvo que ser 'acompañado' a la calle por una amiga de su esposa, la infanta Elena, mientras gritaba que Castro es un 'asesino' y un 'maricón'”. Pues a mí me parece una buena anécdota para la prensa rosa, tan ávida de noticias relacionadas con la familia Real.
El sábado 22 de abril de 2006 se celebró en Madrid una manifestación por la República a la que asistieron 25.000 personas. [8] No salió nada en prensa, sin embargo, ese día, la celebrada por doce mil a favor de los derechos sindicales en la Guardia Civil, y otra con cuatro mil que conmemoraban el día de la Tierra sí tuvieron reflejo en los medios. Un representante de CCOO, Agustín Moreno, envío una carta de protesta al diario El País. [9] Tampoco se publicó su carta.
La complicidad contra la República tiene el beneplácito de las grandes agencias. El día de esta manifestación republicana de 25.000 personas, en San Sebastián, otras mil se desnudaron para posar para un fotógrafo. Me dicen mis compañeros del canal internacional Telesur en Caracas, que ninguna agencia internacional proporcionó imágenes de la primera manifestación, pero todas lo segundo.
El 26 de abril de 2006, la Comisión de Peticiones del Congreso de los Diputados, reunida en sesión, acordaba trasladar a los portavoces de los grupos parlamentarios en la Comisión Constitucional, un escrito en el que se solicitaba la restauración de la legitimidad institucional republicana como resultado de la iniciativa de una ciudadano. Nada se supo de todo ese proceso en los medios de comunicación comerciales.
El sábado, 18 de noviembre de 2006, en los locales del CAUM de Madrid se constituyó la primera ’Coordinadora estatal por la República’, nadie informó.
Algunas veces los debates monárquicos son tan manidos que se centran en lo anecdótico y no quieren llegar al elemento central, la legitimidad o al menos el debate sobre ella. El diario El Mundo del día 14 de octubre del pasado año difunde una encuesta sobre la sucesión de la corona. La pregunta es “¿Cree que hay que reformar la Constitución para evitar la discriminación a la mujer en el orden sucesorio de la Corona?”. Señala uno de los sumarios de la información: “Únicamente entre los votantes de Izquierda Unida aparece un 24 % que, a la hora de pronunciarse sobre esta reforma, se refugia en el no sabe o no contesta”. No es que se refugien en esa respuesta, es que es esa la opción que se les da en España a los que están en contra de la discriminación de todos los habitantes frente a uno que es el rey.
En algunos libros se han dicho cosas muy elocuentes, pero nunca saltan a los medios, se quedan en el ámbito minoritario bibliográfico. Como lo afirmado por Jesús Cacho en su libro El negocio de la libertad (Foca): "El asunto más espinoso de la historia de la monarquía española es el dinero del rey. La culpa de esos comportamientos censurables del rey es precisamente de ese tabú, esa especie de gran pacto de silencio que envuelve las actividades de la Casa Real española" [10] . O Amadeo Martínez Inglés, en el libro "23-F. El golpe que nunca existió" (Editorial Foca): "La Corona española ha rentabilizado durante todos estos años aquel evento y el rey se ha convertido en un mito democrático. Eso es mentira, pues fue el rey Juan Carlos quien autorizó al general Armada a montar el 23-F". [11]
Sólo en medios alternativos y minoritarios podemos descubrir algunas informaciones que nunca aparecen en los grandes medios. Por ejemplo, tras el suicidio de la hermana de Letizia Ortiz Rocasolano, los medios no consideraron oportuno revelar que la fallecida disponía de 8.500 euros mensuales [12] de dinero público, y también de un servicio discreto de vigilancia (o contravigilancia) compuesto por doce funcionarios adscritos al Servicio de Seguridad de la Casa Real (normalmente, guardia civil) distribuidos en cuatro turnos, automóvil con titularidad de la Casa Real y chofer adscrito al Parque Móvil de la Casa Real. Además, otra partida complementaria de 1.830 euros mensuales en concepto de dietas de vestuario y locomoción para asistencia a eventos oficiales, como tía en primer grado del heredero/a de la Corona de España. Esto se publicó en decenas de blogs y medios minoritarios de Internet pero en ningún medio o agencia de importancia. Es la omertá, el pacto de silencio.
Las críticas las debemos leer en la prensa extranjera. Como en La Jornada (México). El costo de la familia real [13] o en Colombia, en la revista Soho, el escritor Fernando Vallejo. [14]
(…) Porque han de saber que este señorito viejo además de cazador es mujeriego, buen vividor, borrachín y corrupto. Lo de mujeriego, buen vividor y borrachín es cosa suya y de su familia, que se lo tendrán que aguantar. Lo de corrupto es cosa de España, que lo alcahuetea. Y lo de cazador es cosa mía y la que me mueve a escribir este artículo para denunciar al bellaco.
(…) En los montes de Toledo tienen una finca de 2.000 hectáreas, Las Cuevas, donde para venderles una flota de carros de combate y cañones a los saudíes los invitaban a cazar en el mejor estilo del franquismo, cuyos jerarcas solían cerrar sus negociados y tramar sus corruptelas en el curso de las cacerías, a las que tan aficionado era el Caudillo. Impuesto por éste, Juan Carlos Borbón, el cazador, no surge pues de la nada por generación espontánea: brota de lo más corrupto e inmoral de España. Es la herencia infame que les ha dejado Franco a los españoles después de haber arrasado con su cultura.
(…) En fin, lo que el periódico rumano sacó a la luz no fue más que la punta del iceberg: la testa coronada estaba yendo a Rumania a cazar furtivamente desde hacía décadas, desde los tiempos de su compinche Ceaucescu, el tirano sanguinario de Rumania, que lo invitaba. Y a propósito de genocidas y tiranos, sabemos de una carta del 4 de julio de 1977 en que nuestro Borbón, recién encaramado al trono y en plena pobreza, le extiende la mano al sha de Persia: "Me tomo la libertad, con todo respeto, de someter a tu generosa consideración la posibilidad de conceder 10 millones de dólares como tu contribución personal para el fortalecimiento de la monarquía española".
(…) No escarmentado con el revuelo que desató en España y en toda Europa, don Borbón volvió a sus andadas y en octubre pasado fue a Rusia invitado por Putin y en la región de Vologda, en el noroeste del país, mató de un disparo a Mitrofán, un oso domesticado que le soltaron habiéndolo emborrachado antes con vodka mezclado con miel. Y este hombre valeroso es al que hoy invita el alcalde de Medellín con la esperanza de que se monte en su Metrocable y suba al barrio Santo Domingo Savio, en nuestras sangrientas comunas, a ver si salimos en la prensa internacional ya no por los carteles de la droga y nuestros incontables asesinados sino como anfitriones de todo un Congreso de Academias de la Lengua, que el zángano real va a presidir. ¿Y con qué derecho? ¿Qué ha hecho él por la lengua española, si ni siquiera sabe leer los discursos que le escriben? Piénselo bien, señor alcalde, antes de decirle "Majestad" a este bellaco, ya que metió las patas invitándolo a Medellín para arrodillársele, e infórmese y aprenda historia, por si no la sabe. Este Borbón es nieto del frívolo Alfonso XIII, que tuvo que salir huyendo a Roma, y descendiente de Fernando VII, el déspota tarado que provocó la guerra de Independencia de América convirtiendo a este continente que estaba unido en una colcha de retazos de paisuchos limosneros y desgarrando a España.
¿Alguien cree que esto podría publicarse en España? Ahora veamos lo que escribe el jefe de internacional de un periódico de ámbito nacional:
(…) Pero el fallecimiento del dictador no significó el regreso de la república, sino la restauración de la monarquía. En el tramo final del siglo XX, en una nación de la democrática Europa, un dictador fascista designó sucesor como jefe de Estado a un rey de la casa de los Borbones, saltándose, incluso, la propia línea de descendencia real. España, pues, se convirtió en un reino y no en una república, en el que la máxima magistratura del Estado responde al derecho de sangre, y el monarca, siempre hombre, recibe generosa renta a nombre de la nación. Y, en un desplante de modernidad, su sucesor será su heredero y no alguien que responda a la voluntad popular.
(…) Germina, también, a 75 años de la instauración de la Segunda República, una plataforma a favor de que la bandera roja, amarilla y morada ondee nuevamente en territorio español. Un movimiento para acabar con la monarquía e instaurar la Tercera República. Después de todo, una nación no puede ser verdaderamente moderna si en su vida política una institución tan arcaica como la monarquía tiene el peso que posee en España.
El autor es Luis Hernández Navarro, jefe de opinión del diario La Jornada de México claro, no esperarán leer eso en la prensa español. [15]
Luego están las prohibiciones y persecuciones. Ya en 1987 llevó al banquillo a la revista El Cocodrilo por artículos y un dibujo de Jesús Zulets sobre el rey y la República.
En abril de 2002 la Audiencia Nacional condenó a pagar una multa de 2.190 euros a Luis Alfonso Méndez de Vigo y Pérez de Seoane, autor de la web roboreal.com, por un delito de injurias contra el rey. [16]
En abril de 2003, la Fiscalía del País Vasco, a instancias del Fiscal General del Estado (Jesús Cardenal) se querella contra Javier Madrazo (Coordinador Gral. de IU-EB) por injurias contra Aznar y el Rey. Su delito fue decir "ya que les pagamos palacios, yates, viajes a esquiar y montar a caballo no habría estado de más que por una vez abandonasen sus ocupaciones y compartiesen con la sociedad su preocupación por la guerra de Iraq". [17]
También fue procesado en su día Arnaldo Otegi y grupos de música como Soziedad Alkohólica o Eskorbuto.
En enero de 2004, dos programas del corazón de Telecinco recibieron la orden de no incluir ningún aspecto informativo ni de ningún tipo sobre el matrimonio entre Felipe de Borbón y la periodista Letizia Ortiz. La prohibición era expresa para cualquier sketch, gag humorístico ni siquiera información sobre el enlace real.
En mayo de 2004, en la Puerta del Sol de Madrid, tras repartir durante más de dos horas miles de comunicados y de recoger cientos de firmas en apoyo el Manifiesto por la III República, una dotación policial del Ayuntamiento de Madrid conminó, sin contemplaciones, a una decena de miembros de Unidad Cívica por la República, que distribuían una Declaración en protesta de la boda real y sobre los actos al efecto programados, a que desalojaran la emblemática plaza madrileña . Todo ello a pesar de haber solicitado los permisos correspondientes.
Fue sonado el asunto de Bárbara Rey, quien estaba contratada inicialmente para aparecer en el un programa de telebasura. Cuando se supo que sus declaraciones iban a desvelar una supuesta relación con Juan Carlos I, se suspendió el programa (caso único en la democracia) y se le concedió un programa de cocina en Canal 9. [18]
El Ayuntamiento de Segovia y la Junta de Castilla y León (PP) iniciaron en mayo de 2006 un procedimiento sancionador que podría suponer una “multa de 300,51 a 30.050,61 euros” por un concierto de homenaje a la República celebrado el 14 de abril organizado por ocho colectivos. Se trató de un acto en conmemoración del 75 aniversario de la II República y del 70 aniversario de la victoria del Frente Popular, y para reivindicar la III República, al que acudieron unas 350 personas. Además de una concentración se llevó a cabo una ofrenda floral y un concierto.
El motivo era “carecer de autorización para celebrar dicho evento”, sin embargo, los organizadores afirman que estuvieron un mes detrás del ayuntamiento para que les concedieran la autorización, vía solicitud de entrevistas con los responsables del área, vía solicitud escrita, sin recibir contestación. Además de este procedimiento judicial, denunciaron toda una serie de trabas administrativas durante la preparación de los actos en febrero. [19]
Dos jóvenes de Móstoles son detenidos el 17 de mayo pasado, esposados y encarcelados tras portar una bandera tricolor y gritar "Viva la República" (El Mundo). Los detenidos, de 19 y 24 años, pasan la noche en comisaría al no concedérsele el ’habeas corpus’. IU presenta partes médicos que demostraban las magulladuras ocasionadas durante el arresto. [20]
En enero de 2007, el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, interpuso a una querella [21] contra los autores de un fotomontaje humorístico y un artículo de opinión acerca del Rey que fueron publicados en los diarios vascos "Gara" y "Deia" bajo el título "Las tribulaciones del oso Yogui". [22]
Y a pesar de todo esto [23] :
casi un cuarto de los españoles ya se declaraba republicano, proporción que aumenta sobre todo entre los más jóvenes, según un sondeo publicado en noviembre del año 2005 por el diario El Mundo con motivo del trigésimo aniversario del restablecimiento de la monarquía en España.
Un 23.5 por ciento de los entrevistados se declararon "republicanos", es decir, 7.6 por ciento más que hace cinco años. Los republicanos superaron a los monárquicos entre la población de 18 a 29 años, con un 38.3 por ciento contra un 37.5 por ciento, respectivamente.
Los españoles que piensan que la monarquía debe "continuar" disminuyen en un 12.3 por ciento con respecto a hace cinco años. El número de aquellos que piensan que la monarquía es una institución que le cuesta cara al país aumentó en 22.9 por ciento, pasando de 45.1 por ciento de hace cinco años al actual 68 por ciento.
5.- La II República Española hoy
Y llego al mensaje central de mi presentación, la II República Española hoy. Para empezar el espíritu de la República está en la realidad incuestionable de que no existe orgullo en este país en torno a su bandera oficial, es más el que debería ser grito lógico de entusiasmo patriótico de Viva España o Arriba España aquí sólo rememora fascismo y agresión al modelo democrático de la República Española. Algo sin parangón en ningún país del mundo.
La mal llamada transición no ha llevado a una situación con obstáculos y rémoras insalvables. Porque hay determinados elementos impuestos que no han sido normalizados por la sociedad ni deberían serlo, como la monarquía, los símbolos patrios o la omnipresencia de la Iglesia en la vida pública y las instituciones. Por eso, la bandera vigente hoy según la ley sigue siendo percibida sólo por un grupo ideológico de la sociedad. Este es el único país donde lo mejor de sus gentes, las más inquietas, las más cultas, las más deseosas de justicia social y de igualdad, las que más han luchado por la democracia reniegan de la bandera oficial, compárese con Francia donde todos los candidatos se pelean por recurrir a la bandera nacional en su campaña electoral. En nuestro país esas personas críticas que acabo de exponer, nunca dirán algo tan simple como Viva España ni se les ocurrirá llevar orgulloso una insignia de la bandera institucional en su solapa. Porque no están orgullosos del modelo político al que nos han llevado.
Hoy existen más colectivos y ciudadanos que se movilizan para celebrar el día de la República, el 14 de abril que el seis de diciembre, aniversario de la aprobación de la Constitución monárquica. Mientras autoridades e instituciones establecen como festivo el 6 de diciembre, organizan ágapes y recepciones y difunden pomposas declaraciones oficiales, cientos, miles de ciudadanos se dedican a organizar conferencias, charlas, manifestaciones y hasta semanas republicanas el 14 de abril. La II República vuelve a poner en evidencia el divorcio entre la España institucional y la calle.
Pero también quiero explicar por qué la República Española hoy está regada por el mundo, convirtiendo en realidad esa bella expresión de José Martí de que “Patria es humanidad”.
En Venezuela se ha llevado a cabo una campaña titánica de alfabetización que ha logrado acabar con el analfabetismo. Se ha llamado Misión Robinson, en homenaje el maestro de Simón Bolivar. Son aquellas Misiones Pedagógicas de nuestra II República que siguen vivas enseñando a leer y a escribir a los pobres y a los campesinos. Están allí en Venezuela. Existen también más campañas culturales de cine, de literatura, de teatro que recorren el país. Es La Barraca de García Lorca, la compañía que fundó nuestro poeta granadino está recorriendo Venezuela. Desde América Latina está funcionando una estructura de lucha ideológica que se denomina intelectuales y artistas En defensa de la Humanidad, Oviedo ha sido sede de uno de sus encuentros. Ellos mismos han dejado claro que se inspiran en el Primer Encuentro de Intelectuales en Defensa de la Cultura, que tuvo lugar en la Valencia republicana en 1937 [24] . Es la II República Española que sigue convocando sus mismos principios en México, en Caracas, aquí en Asturias, en Roma, este mes de mayo en Sucre (Bolivia). Y así se puede encontrar en el estado venezolano de Anzoátegui al combatiente republicano Francisco Banus Sánchez dando una conferencia sobre lo que significó aquel periodo para la historia de España. Él es la II República, que está viviendo también en ese rincón de Venezuela.
Hace unas semanas necesitaba que me tradujeran al francés una carta de invitación para un actor de Francia. Tenía en el chat a un traductor del equipo de Rebelión, éste me dijo que no podía y buscó desde el mismo chat a una joven de Montpellier, se llama Yannick de la Fuente y es nieta de republicano español, ella lo tradujo instantáneamente y terminó saludando con un mensaje de solidaridad. En esa nieta de republicanos estaba de nuevo la II República Española trabajando solidariamente por causas nobles.
Y cuando voy a Cuba encuentro a la poesía republicana corriendo por las venas de Aitana Alberdi. Y hace un año saludé en Venezuela a Nicolás Hernández Guillén, participando en un homenaje a la República, esa misma que defendió su abuelo Nicolas Guillén en el encuentro de Valencia.
Y en México sigue presentando nuevos libros el filósofo Adolfo Sánchez Vázquez, que salió de España en 1939 para llevar la república española a México, junto a tantos otros.
Y no olvidemos a todos los brigadistas internacionales que compartieron nuestra causa aquí en la guerra y que han dejado generaciones de hijos y nietos orgullosos de ellos por todo el globo.
El éxodo republicano fue una gran dramática tragedia sin duda, pero ha llevado el espíritu de sus ideas y sus valores por medio mundo. Pocas gestas han logrado llevar su simiente a tantos lugares del planeta y ser reivindicadas y reconocidas por tantos pueblos.
Hace varios años, exactamente en abril del 2004, me encontraba en un acto con el presidente Hugo Chávez en el Palacio presidencial de Miraflores junto a unas cien personas. Al terminar, un grupo de cuatro o cinco sale de las últimas filas y se dirige al presidente venezolano, eran españoles que le querían regalar una bandera, una bandera republicana. Era el símbolo compartido de una causa que sigue viva y que ellos veían en la revolución bolivariana como legítima y vital heredera. Quiero decir que la II República ha dejado de ser española para ser internacional, en México, en Cuba, en Venezuela, en Francia, hasta les molesta al fascista gobierno polaco que quiere quitar las placas de reconocimiento de los dos mil brigadistas internacionalistas de ese país que vinieron a luchar por la república.
6.- La República como elemento de aglutinación de la izquierda y de causas
¿Y en España? Sólo les voy a dar un ejemplo. En estos momentos de división y atomización de la izquierda, de desprestigio de los partidos políticos, de desmovilización ciudadana, ¿qué hay en común en una manifestación altermundista, un foro social, una manifestación del 1 de mayo o contra la OTAN y una casa okupada? Una bandera republicana. Ese fragmento de la historia de España sigue siendo, probablemente, el elemento más unificador de las luchas dignas de nuestro país. ¿Existe mérito mayor en estos tiempos de dispersión política?
7.- Los falsos defensores de la República.
Pero ojo, también es importante que no permitamos la apropiación simbólica de la II República para gibarizarla en ambiguos valores tan manipulados como la tolerancia, igualdad, justicia, solidaridad, etc, tal y como ha denunciado María Toledano en su texto “La República Española como fetiche” [25] . Es nuestra obligación reivindicar, como dice Toledano, “el contenido transformador de la República y por extensión, la crucial discusión sobre el problema de la lucha de clases durante el período 1931-1939”. Toledano denuncia el “aggiornamento de la identidad republicana, una lectura progresista del régimen de libertades burguesas plasmada en la Constitución de 1931, ha eliminado el giro socializante del gobierno frentepopulista, en aras, una vez más, de una propuesta integradora -llámese patriotismo constitucional o extensión de las libertades cívicas- que, plagado de carga intensa sentimental, aparenta entrelazar los invisibles hilos de la historia (estableciendo una continuidad entre el presente y la República) que oculta, en realidad, el principio de cohesión de la conciencia de clase que se fraguó durante los tres años de guerra y el fraude que supuso la Transición”.
Y es que pueden llegar a un nivel tal de frivolidad y oportunismo como cuando el año 2004, con motivo del desfile del día 12 de octubre, Pasqual Maragall llegase a decir que sólo desearía que estuviese la bandera republicana presente junto a la monárquica. Y es que algunos quieren patrimonializarlo todo, aunque sea opuesto. No debemos confundirnos, para nosotros decir República y reivindicarla no es quedarnos en un cascarón formal. Republicano es George Bush y decenas de países con sistemas políticos y económicos abyectos, neoliberales y fascistas.
Reivindicar la II República Española no es reverenciar unos iconos -hasta José María Aznar se reconoce como admirador de Azaña-, reconocer y recordar la II República Española sólo se puede hacer desde la negación y deslegitimación del régimen español actual apostando por un proyecto de cambio social y económico para nuestro país. Y sólo desde ese principio se estará haciendo un ejercicio de honestidad y decencia. Esa bandera tricolor y ese periodo de la historia de España sólo debe y puede recordarse si es para exigir que la institucionalidad democrática retorne a nuestro país, es decir la III República Española.
Muchas gracias. Salud y República.
Pascual Serrano
Lectura recomendada:
Los negocios de la monarquía. Periódico Diagonal
La mentira de la transición. Javier Ortiz
La formación de la mentalidad sumisa. Vicente Romano (libro)
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La vieja memoria. Segunda República Española
La República de los Maestros
Después De... (Transición española)
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Memoria, dignidad y Lucha
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Discurso de Antonio García-Trevijano en abril de 2007 en Totana
Antonio García-Trevijano
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1 comentario:
Soy un gran defensor de los reyes; no quiero hacerlos desaparecer sino conservarlos encerrados en los cuentos. También soy un gran defensor de los dioses; no quiero matarlos sino mantenerlos confinados en los mitos. La obra de Shakespeare, es verdad, no podría titularse El presidente Lear;
lo más impactante para ciertas familias... incluso ateas... sería dejar de apellidarse "de los santos" para apellidarse: "de los esquizofrénicos"
¿como cubres ése punto, el de la esquizofrenia?
pues desde el punto de vista cientifico no dan pie con bola ¿no?
estoy de acuerdo en todas tus entradas, y con tu espiritu critico... adelante... profundizemos.
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